Periferia


La periferia se piensa como contorno, algo a las afueras de un centro. En realidad, no es una cuestión de lejanía lo que la define, si el centro/círculo es atención enfocada, la periferia es el espacio donde los ojos no miran.

 

Las características que definen a la periferia tienen que ver con dinámicas ambiguas que seccionan los espacios a partir de la gestión del conocimiento, donde por lo general siempre estos son condicionados por la marginalidad. Se convierten en los subalternos. Existen cuantos tipos de periferia nos podamos imaginar, aún hoy que parece todo estar conectado en la era global a partir de los medios de comunicación y el Internet.


Pensar en la periferia, no sólo significa darse cuenta de que existe “lo demás” es reconocer que hay estructuras que deben ser replanteadas, que suceden distintas situaciones que deben ser escuchadas, vistas, sentidas.

 

-Zaira Espíritu, propone a través de los recorridos en el barrio de La Carolina, una reconstrucción e integración del espacio periférico hacia el centro. Visibiliza la situación de su territorio y de su gente a partir de conocer los oficios, las historias, los espacios y rincones de los habitantes de ese lugar.

-Axler YezSal, reflexiona sobre el género y el feminismo y sus implicaciones en la estructura de los sistemas coloniales.

-Tonatiuh Cabello, nos hace reflexionar sobre el territorio en constante cambio, a través de una exploración del espacio susceptible a la intervención y transgresión de la propiedad pública.

-Sonia Madrigal, evidencia y hace una crítica sobre la violencia ejercida  hacia la mujer, creando una plataforma que permita exponer la delicada situación actual y la  búsqueda constante de la garantía al derecho a la vida.

 

La médula de la charla es el arte y cultura que se desarrolla en las periferias y cómo esta funciona como un catalizador para la interacción de la comunidad, al mismo tiempo que refuerza la tradición e identidad del lugar en el que vivimos. La propuesta surge a partir de una preocupación por entender cómo se distribuye la información que acontece desde otras partes ya que pese a que estamos en la era del bombardeo informativo no existen todavía suficientes redes culturales que nos mantengan vinculados.

Existen muchos esfuerzos que no tienen los reflectores encima, pero están ocupando su espacio con proyectos que descentralizan la cultura y nos recuerda que la periferia es un espacio vivo.